Morir, eso no se le hace a un borracho 
¿Por qué, que puede hacer un borracho en un piso vacío?
Restregarse por las paredes.
Cobijarse entre los muebles.
Parece que nada ha cambiado.
Y, sin embargo , ha cambiado.
Que nada se ha movido – por primera vez en mucho tiempo-
Pero está descolocado.
Y por la noche, nadie se acomoda entre mis piernas.
Se oyen pasos en el pasillo
Pero no son ésos.
Las patas que ahora se hunden en mí
tampoco son las mismas. – y hablan un idioma que nosotros no
entendíamos-
Hay alguien aquí, que ya no viene a verme
a la hora de siempre.
Un vacío que antes expectante aguardaba mi llegada
y apiadaba mis lágrimas.
Hay algo- pequeño -.
Que no ocurre como debería - discreto-.
Aquí había alguien que iba y venía,
que de repente se fue
e insistentemente no está.
Se a buscado en todos los armarios.
En todas las estanterías.
Husmeado  debajo de
todas las camas.
Incluso , detrás de todos los armarios.
Qué más se puede hacer.
Dormir y esperar.
Entre sollozos recordar.
Beber y olvidar.
Ya verá cuando regrese ,
Ya vera cuando aparezca
Se va a enterar
de que esto no se le puede hacer a un borracho.
Iré hacia él
Como si no quisiera
Despacito y silencioso – como a él le gusta –
Con los brazos cruzados, muy ofendidos
Y nada de caricias en la tripa
 ni declaraciones
entre lágrimas , al principio.